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La bolsa. O cómo ganar euros para tu tarjeta de temporada

Dicen los «expertos» que una perdiz salvaje vale más que una de granja, intentando indicar que es 100 o mil veces mejor para cazar y para enseñar al perro.

Discrepo, ni en dinero que deja, ni en aprendizaje

La perdiz salvaje no cuesta nada. La perdiz salvaje «sale» en el coto, se cría sola, se alimenta sola… incluso si no le pones comederos y bebederos (que esto es tratarlas como a las de granja) es capaz de buscarse la vida en lugares que ella sabe que los va a encontrar, aunque sean el coto del vecino. Tener perdices salvajes no te cuesta nada, de ahí que en muchos pueblos los locales no paguen 50€ por cazarla porque no hay gastos.

Una perdiz repoblada mueve la economía. Cuando hablamos que la caza de la perdiz deja miles de euros y presumimos que cazadores de todo el mundo (ingleses, americanos, franceses) vienen a España a por nuestra perdiz roja, estamos olvidando que no vienen por la perdiz roja salvaje, vienen por la perdiz roja de granja. Cuando se realizan concursos de caza que son patrocinados por marcas y sacados en prensa, no olvidemos que son perdiz de granja (aunque se mienta y se diga que son salvajes de cara a la galería). La existencia de la perdiz de granja hace que exista industria y se mueva dinero. El granjero vende perdices, pero compra pienso, electricidad, furgones para su transporte, paga sus impuestos, personal para la granja que recibe su nómina. El orgánico compra las perdices y las vende pero contrata personal (cargadores, ojeadores, guardas..) realiza controles de depredadores. Los cazadores gastan cartuchos, hoteles, comidas,

etc… Y todo eso, TODO ESO Y MUCHO MÁS lo mueve la perdiz de granja. Nadie viene desde Nueva York a tu pueblo a pasear detrás de un bando de seis perdices salvajes para volverse sin verlas ni dispararlas. Nadie paga por esa perdiz salvaje, ni tú, que pagas 50€ por cazarla.

Se os llena la boca diciendo que en los cotos de caza hay más vida, más especies protegidas como el águila real, imperial, el lince ibérico pero no decís que eso no pasa en el coto de tu pueblo, que pasa en los cotos intensivos donde se sueltan perdices, hay comida y esas perdices sirven tanto para la caza como para la conservación de esas especies.

Ahora dirás que el valor no es económico, que es en otro sentido, en el cinegético, que es más difícil cazar una perdiz salvaje que una de granja y eso es mentira. Es solo cuestión de abundancia. En un coto de 800 hectáreas donde solo hay 6 perdices salvajes que sabes dónde duermen, dónde cagan y dónde vuelan, cazarlas es más fácil que en un coto como Grupo Serbal en el que si solo hubiese 6 perdices (en vez de 400 cada día de caza) sin querencia ninguna y dónde lo que tú sepas no vale para nada si no que es lo que el perro sepa lo que realmente te dará caza, sería mucho más difícil cazar las de granja.

Mira en este vídeo ¿de verdad crees que esto no va a divertirte? ¡Pues esto es Grupo Serbal! En nuestro coto más exigente, «La perdiz chocha» un coto que pone los pelos de punta si tienes buenos perros, si no los tienes, no vengas, te vas a comer un rosco…o sí, ven, y pon tu perro a cien en tan solo una temporada de caza.

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